Sintomas y Diagnóstico del TDAH
El TDAH, reúne una serie de síntomas contemplados en el Manual de Diagnósticos y Trastornos Mentales de la Sociedad Americana, también conocido por la Comunidad Científica como DSM V ( última actualización ). Se establece en el mismo, que la característica esencial del Trastorno, es un patrón persistente de desatención y/o hiperactividad - impulsividad, que es más frecuente y grave que el observado habitualmente, en personas con un desarrollo similar.
Otro grupo alternativo de criterios diagnósticos del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, es la Clasificación de Trastornos Mentales y del Comportamiento, conocido como CIE 10 de la Organización Mundial de la Salud ( O.M.S. )
Los síntomas que caracterizan ésta patología crónica, son los siguientes :
- Déficit de atención
- Hiperactividad
- Impulsividad
Para definir con más exactitud el tipo de trastorno, existen 3 subgrupos de TDAH :
- Subgrupo Inatento : donde prevalece la inatención
- Subgrupo Hiperactivo-Impulsivo : donde prevalece la hiperactividad-impulsividad
- Subgrupo Combinado : que reúne y completa prácticamente o todos, los síntomas de inatención e hiperactividad-impulsividad.
Los niños con TDAH, presentan un severo aumento de estos síntomas llegando a provocar graves complicaciones, a diferencia del resto de sus iguales que van disminuyendo con la edad y el ciclo madurativo. Estas conductas en personas con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad son :
Mucho más intensos y persistentes
Durante más de seis meses
Se manifiestan como mínimo en más de dos ambientes diferentes a la vez
( Hogar, colegio etc.... )
Estos inadecuados comportamientos y dificultades atencionales, no se presentan de la misma forma o gravedad que en otras personas con TDAH.
Déficit de Atención
Olvidadizo en las actividades y tareas diarias
No parece escuchar cuando se le habla
Dificultad para mantener la atención
Dificultad para organizarse
No atiende detalles , comete excesivos errores por descuido
Olvida y pierde cosas necesarias para su actividad
No tiene noción del tiempo
Dificultad para priorizar tareas, actividades
Excesivamente imaginativo o fantasioso
Se distrae fácilmente con cualquier estímulo externo
Olvidadizo en las actividades diarias
No sigue las instrucciones , no termina las tareas
Hiperactividad
Mueve en exceso pies o manos
Inquietud constante, se mueve en el asiento
Se les caen las cosas de las manos a menudo, tropiezan constantemente
Se levanta del asiento cuando debería estar sentado
Corre o salta en situaciones que es inapropiado hacerlo
No para quieto como si tuviese un motor, excitado a menudo
Se caen a menudo, suelen tener más accidentes de lo normal
Habla excesivamente, verborrea
Dificultad para jugar o dedicarse tranquilamente a actividades de ocio
Dificultad para retomar la tranquilidad cuando están excitados jugando
Impulsividad
Responde antes de finalizar la pregunta
Muy impacientes, lo que quieren lo quieren ya !!!
Dificultad para guardar su turno ( física o verbalmente )
Se resiste a las normas o disciplina
Interrumpe constantemente
Molesta a menudo a sus compañeros, hermanos etc.... , son peleones
No tienen sentido del peligro, se enfrascan en actividades o tareas peligrosas
Actúan antes de pensar, no reflexionan las consecuencias
Baja tolerancia a la frustración, mal perder, no tienen sentido de las reglas del juego limpio
Hablan excesivamente con tono de voz fuerte
Hipersensibles, aprensivos, muy susceptibles
Bruscos cambios de humor sin motivos aparentes
Dificultad para mantener las amistades, a menudo es rechazado por sus comportamientos
Baja autoestima
Diagnóstico del TDAH
Con el objeto de disminuir la sintomatología del trastorno, es imprescindible realizar un correcto diagnóstico a tiempo por parte de profesionales clínicos especializados en ésta patología. De ésta forma, se puede determinar con más exactitud el tipo de tratamiento más adecuado, previniendo así posibles complicaciones ( comorbilidades ..... ).
Generalmente la voz de alarma proviene del colegio desde edades tempranas, y ésta suele ser en primaria o inicio de secundaria. Los profesores por el gran número de horas que pasan con los niños, son un elemento clave para detectar e informar sobre las continuas e inadecuadas conductas y/o faltas de atención que presentan estos chicos o chicas. Es entonces y con los primeros indicios, cuando se debe acudir a algún profesional clínico especializado y descartar otras posibles circunstancias.
Para un niño con TDAH, las dificultades para prestar atención, mantenerse quieto y sentado en el aula además de cumplir con las exigencias educativas y sociales en el colegio, se convierte en todo un reto para ellos, pues precisamente las características propias del trastorno las realizan de forma involuntaria y no logran controlarlas. Por ello, habitualmente los padres, profesores o equipos de orientación escolar son los primeros en detectar los indicios de un posible caso de TDAH. Sus observaciones, pruebas o informes son muy importantes para que psicólogos clínicos, pediatras, neuropediatras o psiquiatras puedan efectuar un correcto y definitivo diagnóstico.
Procesos de evaluación y diagnóstico
En primer lugar, los padres o familiares deben reunir la máxima información externa sobre las dificultades y conductas de su hijo/a. Es necesario que el equipo de orientación escolar del colegio, realice un informe psicopedagógico evaluando el alumno mediante los protocolos y criterios establecidos.
Los padres deberán acudir entonces, a un especialista médico el cuál y mediante entrevistas minuciosas tanto a la familia como al propio niño/a además de la información aportada por los profesores, recabe los suficientes datos clínicos complementando estos mismos con exploraciones físicas u otras pruebas si así fuese necesario para descartar otros problemas.
Es importante que los padres respondan con sinceridad y sin ocultar nada en las entrevistas, dejando al margen sus opiniones sobre lo que es importante para ellos o negar posibles respuestas esenciales sobre antecedentes familiares u otros.
Los factores y criterios para un correcto diagnóstico, deben basarse en una exhaustiva y veraz información.
Finalizado el diagnóstico, el profesional diseñará el mejor tratamiento en función de los resultados obtenidos, indicando la participación o intervención de pedagogos, psicólogos u otros profesionales que requerían intervenir.